Thursday, February 24, 2011

Transculturación Narrativa I

Es interesante ver cómo a través de las distintas obras vistas en clase se va viendo este diálogo intertextual. No sólo por la alusión o la mención directa de algún término o de alguna idea proclamada por algún autor anterior en concreto, sino, sobre todo, por la continuación, o el seguimiento, que se le viene dando al casi ya, “caso Latino América”. Aunque no es hasta Fernando Ortiz que vimos esa aproximación al “caso Latino América” desde una perspectiva más antropológica, abordando de lleno el tema de la aculturación y la trasculturación, que de alguna forma se muestra esta preocupación en anteriores textos. Pues se llega a proponer una cosmovisión propia de “nuestra América,” para poder así, combatir aquellas fuerzas imperialistas que buscan invadir (otra vez). Es decir, impedir que otras culturas vinieran a sustituir con su ideología a la propia, y de ahí la necesidad de crear un proyecto en pro de unir/definir lo que se llamaría “la raza cósmica” (Vasconcelos), donde se rechaza la posible aculturación del “gigante del norte,” a través de una aceptada aculturación española. Son estos procesos producidos por colonizaciones, primordialmente, que resultan importantes las contribuciones de Fernando Ortiz, pues al traer a colación el término transculturación que, como dice el mismo autor, “expresa mejor las diferentes fases del proceso transitivo de una cultura a otra, [que] implica también...la pérdida y el desarraigo de una cultura precedente, lo que pudiera decirse una parcial desculturación, y además, significa la consiguiente creación de nuevos fenómenos culturales que pudieran denominarse neoculturación” (Rama, 39).
 
Lo que Angel Rama realiza, sobre todo en la primera parte en este texto, es emplear el término de Ortiz para hablar de obras literarias (45). Pareciera sugerirse que en las obras literarias producidas en América Latina en la primera parte del siglo XX, al igual que las culturas, aunque con sus respectivas diferencias, se percibe una constante transculturación. Está en constante movimiento, en constante cambio; especialmente, bajo la nueva circunstancia modernizadora traída por el vanguardismo, remplazando los rasgos que formaban parte del repertorio regionalista, afectando así al lenguaje, la estructura narrativa y la cosmovisión. En este último elemento, como señala el mismo autor, “se reconocen las virtudes del habla y las de las estructuras del narrar popular,” propiciado por la utilización del mito y el arquetipo empleados para interpretar los rasgos de Latino América, como se verá en la novela de Los Ríos Profundos del escritor y antropólogo peruano José María Arguedas (62). En este sentido, podría considerarse a esta novela como transculturadora, pues, partiendo de la definición de Ortiz, “expresa mejor las diferentes fases del proceso transitivo de una cultura a otra,”permitiéndonos sustituir el término “cultura,” quizá, por el término “creación literaria,” cumple una doble función. Por una parte se combinan una serie de elementos estilísticos que muestran una especie de sui generis Latinoamericano (destacando la combinación del español con el quechua), a la vez de manifestar este proceso ideológico a través de la ficción donde pareciera buscarse una cierta conciliación dentro de la misma dicotomía que encierra la dualidad del mestizo, peruano, en este caso.

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